La banda estadounidense Falling Up estuvo integrada, para Full of Caverns, con cuatro, cinco y seis músicos, dependiendo de las exigencias de los temas que componen la obra. Estos excelentes intérpretes tienen en su haber nada menos que unos doce o trece trabajos anteriores y, por lo que hemos leído, el estilo del grupo ha mostrado variada diversidad, de acuerdo a las influencias que le imprimieron los distintos músicos que entraron y salieron de la banda a lo largo de sus doce años de historia. Un álbum que no podría etiquetarse de forma ligera con algún rótulo determinado, sino que es, en definitiva, la suma de estas descripciones: música instrumental, melódica, electrónica, ambient, en algunos lapsos etérea, con momentos de belleza extrema. Preciosa y lírica mezcla, en la que logran altos puntos de exquisita sensibilidad. Existen estados del alma en los que esta clase de arte es realmente gratificante. Recomendable.